BDSM es un término creado para abarcar un grupo de prácticas eróticas libremente consensuadas que, en algunos casos, son consideradas como un estilo de vida. Se trata de una sigla que combina las letras iniciales de las palabras Bondage, Disciplina, Dominación, Sumisión, Sadismo y Masoquismo. Abarca, por tanto, un conjunto de seis modalidades eróticas relacionadas entre sí y vinculadas a lo que se denomina sexualidades alternativas.
A veces, en el habla cotidiana, se utilizan las expresiones «sado» o «sadomasoquismo» para referirse al BDSM. Ambos términos son erróneos, en parte por tratarse de palabras creadas por la psiquiatría para definir enfermedades mentales y también porque las prácticas abarcadas por el BDSM son variadas y admiten gran cantidad de manifestaciones diferentes.
Como práctica erótica el BDSM se apoya siempre en el consenso libre, pleno, informado y actual de los participantes y se distingue radicalmente del sadismo criminal.